Aunque es evidente, para muchos candidatos es una sorpresa. No existe otra conclusión luego de ver el espanto sobre los resultados de las encuestas presidenciales que anuncian movimientos lógicos en una escena política enredada.

Los hechos son simples.

Hace meses Acuña no era nada en porcentajes y fue subiendo intempestivamente en poco tiempo hasta que salió una bombita realmente explosiva sobre la originalidad de su tesis doctoral, no siendo lo único que se viene seguramente.

Se trataba del primer hipo, un globo de carnaval que ya está con hueco, desinflándose y perdiendo agua.

Ahora viene el segundo hipo llamado Guzmán, que ha crecido en menos tiempo, casi lo mismo que su predecesor. Falta nada más la bombita y luego el efecto inverso, mientras pueden dar saltos Nano Guerra-García, Alfredo Barnechea y quien sabe Verónika Mendoza porque los demás, siguen en lo mismo y con los mismos, salvo el escandaloso producto del gobierno que ha pasado a ser integrante de la farándula, luego de su paso por los tribunales de justicia.

Los candidatos tradicionales mientras tanto, no usan el tiempo en mejorar su sistema de campaña y no aprovechan este momento en blanco para reestructurarse y avanzar.

Alan sigue diciendo lo que hizo y deja sin secuencia lo que hará. Toledo es más parafraseador de lo que dice y no entra a deslumbrar. PPK cae por él mismo primero y luego por esa lista tan dispar donde parece que no existen vice presidentes.

Estos tres potenciales líderes de la elección -detrás de Keiko Fujimori- están ahora en una posición incómoda y a la vez estratégica. 

Alan puede ser el que más finura procese, el que mida mejor cada momento y cada paso. Alan tiene capacidad de maniobra y ajuste, pero cuenta sólo con media lista al Congreso, porque fuera del Apra y los esfuerzos de Lourdes, no se ve compañía ni talento en su apoyo. Sino ¿dónde está el corazón del PPC? ¿Algo herido, mientras Castro lo siga destruyendo?

Si se dan cuenta, ya nadie habla de los puntos débiles de Toledo, Alan y PPK. 

Todos arremeten contra Acuña y luego será contra Guzmán y los que vengan, pero no siempre el ataque hunde al contrincante, sino que puede impulsar un sentimiento de mayor respaldo al herido de supuesta gravedad.

Serán algo más de 70 días en los que vendrán varios hipos de distinto calibre, montaje y resonancia.

Eso quiere decir que si pretenden acercarse a Keiko, éste es el momento de hacerlo y no después que será tarde. Se necesita acción a toda hora, contacto en todo momento –y no en Agua Dulce ni en los mercados- sino en los lugares adecuados ¿Cuáles son esos lugares?

No me pregunten más, escríbanme, pero sólo para contratos.