#ElPerúQueQueremos

Siempre se puede encontrar una luz de esperanza. foto archivo personal rev 2015

Cuando se acabe el dinero, país sin pensiones

Las terribles consecuencias del alivio temporal y la pobreza final

Publicado: 2016-07-20

Ultimamente se han publicado varias normas legales que cambian el sentido inicial del sistema privado de pensiones en el Perú, transformando su esencia y el destino final que debían ofrecer las AFP  a los afiliados a estas empresas privadas.

Desde el desconocimiento del sentido del ahorro previsional hasta la urgencia populista de presionar por cambios sin ningún sustento técnico, actuarial o financiero, hasta acusaciones sin fundamento, todo fue usado contra el éxito indudable que representan estas empresas para sus accionistas y para sus clientes y los beneficiarios de los afiliados a las AFP.

Los Congresistas han aprobado por unanimidad generar ilusiones temporales para terminar -en la mayoría de los casos- condenando a la pobreza miles de peruanos, porque quienes retiren el 95,5 por ciento perderán una serie de beneficios como la cobertura de sobrevivencia, es decir pensión de viudez para su cónyuge, pensión de orfandad para los hijos, pensión de estudios universitarios para los que cursan educación superior hasta los 28 años, pensión de ascendencia para los padres que dependan de ellos y finalmente esperanzas de ingresos que no se lograrán bajo ningún programa social porque se pierden Derechos que el ahorro garantizaba.

Esta cobertura de sobrevivencia es clave en la vida de un jubilado, pero a los Congresistas no les interesó lo trascendente, sino el voto populista, la demagogia y lo que pudiendo ser atractivo, resultará al final de cuentas un suicidio financiero.

Además, esa visión reducida de las finanzas y la economía nacional no les ha permitido ver -o tal vez lo sabían y ese era uno de sus objetivos- que los Fondos del ahorro de los afiliados a las AFP se emplean, se invierten en el progreso y desarrollo del Perú.

Esas inversiones han generado miles de puestos de trabajo directos e indirectos, han servido para sostener el crecimiento del país, representan más que toda la inversión pública en eficiencia y resultados. 

Huascacocha -una impresionante represa que asegurará agua para 10 millones de Limeños, especialmente los más pobres que carecen de ella o pagan hasta veinte veces su valor -. Taboada, planta de tratamiento de aguas residuales para abastecer industrias y un nuevo uso en múltiples opciones. Transporte ordenado como el Metro de Lima, líneas 1 y 2. La modernización del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el mejor de Sud América. Carreteras, centros comerciales, inversión en infraestructura productiva, en minería formal, gas, industrias, viviendas para las clases medias y emergentes. Inversión en Salud y Educación. Allí va mucho del dinero que representan los ahorros de los afiliados a las AFP, inversiones con rentabilidad a lo largo del tiempo.

Pero nada de eso inquietó a los Congresistas y algunos medios que pensando sin conocer, o conociendo para destruir, cambiaron las reglas de juego en el ahorro para las pensiones de jubilación, a miles de peruanos y sus familias que nunca tendrán pensiones y que se corren el riesgo -no todos por supuesto, pero sí la mayoría- de perder por invertir mal o tal vez, de destinar en lo que no será un apoyo para sí mismo en el futuro.

La vejez no se administra por Ley, la pobreza si se genera con leyes absurdas.

El sistema privado de pensiones es lo mejor que hoy en día tenemos los trabajadores. Y como todo en la vida, es perfectible, se puede mejorar.

El sistema nacional de pensiones es un fracaso y además, es insostenible en el tiempo. El deficit acumulado supera los setenta mil millones de soles y sigue creciendo negativamente cada año.

La ONP necesita miles de millones de soles en subvenciones sólo para pagar pensiones que son menos de la mitad de lo que normalmente ofrece una AFP como promedio.

La ONP tienen más de cien mil juicios previsionales de peruanos que no pueden cobrar una pensión. La ONP destina millones de soles cada año para impedir esos pagos, contratando abogados que litiguen contra un anciano o una viuda que carecen de dinero y muchas veces fallecen sin ver una esperanza, aunque sea pequeña.

Ese drama evidente no lo resolvieron los Congresistas que se van. Al contrario, lo han hecho extender.

Los impuestos no producen pensiones, entiendan eso. 

Para darle sostenibilidad a un presupuesto se requieren ingresos. Los sistemas de reparto necesitan cada vez más gentes que trabajen y paguen impuestos,  pero cada día las familias tienen menos hijos y vemos más ancianos. 

La longevidad y la ancianidad crecen sostenidamente, no así los nacimientos.

Todos estos temas parecen enredados y complejos, pero no lo son. Se trata de ahora y de mañana. Ahora te inquietan para usar tus ahorros para las pensiones en otras cosas que no asegurarán tu vejez.

En un futuro cercano, más de doce millones de peruanos no tendrán una pensión de jubilación y sus edades estarán entre los 65 y 90 años.

En ese momento, ninguna Ley aliviará la pobreza y las necesidades de doce millones de peruanos que nunca ahorraron, ni ellos ni el Perú.


Escrito por

Ricardo Escudero

Director del Instituto del Ahorro y de ACGA Gobierno Abierto. Opiniones personales.


Publicado en